Tu buen amigo

El psicólogo no es tu amigo. Es obvio: no te vas a tomar una cerveza con el terapeuta. No te presenta una amiga, no te consigue trabajo. El psicólogo tampoco te presta plata, no te deja dormir en su casa. El psicólogo no se va de vacaciones con vos.
No se trata de neutralidad, sino de abstinencia. Los amigos queremos algo de nuestros amigos. Los psicólogos sólo podemos querer dinero de nuestros pacientes.
Los regalos se consideran correctos, pero no son indispensables. Ni mueven la aguja: los pacientes nos caen bien aunque no regalen ni un cospel, o nos caen mal aunque vengan con una botella de tequila.
Volviendo a la no amistad, no neutralidad quiere decir que uno siempre va a estar obligado a mejorar la calidad de vida del paciente, en cuando a su salud mental.
Pero como salud mental se confunde con bienestar en general, y con felicidad, nunca faltan los confundidos que asumen que la terapia es para sentirse bien. O para cumplir deseos.
"Vengo a terapia porque no encuentro pareja" Ya: vaya a misa todos los domingos.
"Vengo porque quiero ganar plata en el bingo" Conviértase en dueño del bingo, otra no veo.
"Mi esposa dice que necesito terapia porque le molesta que tome" Y que venga ella.
"Soy nervioso, el abogado me dijo que me convenía empezar terapia ¿me hace un certificado?"
De las demandas equivocadas no hay mucho que decir: es sólo una cuestión de grado, porque lo cierto es que no hay demenda verdadera de terapia, ni tampoco "demanda de análisis". La gente quiere sentirse bien, y con eso deberíamos tener como para arrancar.
Pero hay consultas que son un problema porque no piden ayuda con lo que pasa en su cabeza, sino que quieren resolver problemas prácticos, legales, económicos, con nuestra ayuda. Porque los psicólogos están para ayudar ¿nocierto?
Así es como un señor fué a renovar el registro, no pudo deletrear la palabra "tango" y cae al servicio de salud mental de la mutual a pedir un "Apto Psicológico".
Vamos por partes: el "Apto"a no se pide, nadie ofrece "Aptos" a menos que sea un pirata. Existen servicios que ofrecen Evaluaciones específicas para estimar las funciones cognitivas implicadas al conducir vehículos. Por supuesto, es una gran responsabilidad, se supone que se haga con un respaldo institucional. Y no es una prestación sanitaria, es casi una pericia. En realidad, debería ser una tarea que exija una certificación aparte, como se requiere para los "Aptos" de tenencia de armas de fuego.
Otro caso: los que van al psicólogo a pedir un certificado porque el abogado los recomienda. En realidad tienen un juicio por violentos y quieren dar buena imagen mostrando que están haciendo algo por cambiar...
Debería existir un artículo en la ley que permita expresamente negarse a semejantes abusos.
En realidad, se les puede decir que no tienen motivo para hacer tratamiento, salvo que directamente el juez se los ordene.
Esto también es discutible: un juez no debería ordenar una terapia si no es basado en una opinión de un profesional que haya evaluado a la persona. Pero son jueces, mejor no complicarse la vida con ellos.
Yo he visto pacientes internados por orden judicial hacer una buena evolución, vaya uno a saber si la ley tuvo suficiente peso, o si llegar a tener que internarse provocó una toma de consciencia, o si ya que estaban ahí, siguieron el juego y la inducción grupal los hizo cambiar en algo...
Pero se trataba de internaciones: situación en que el sindrome de Estocolmo juega a favor de la institución sin importar cómo ingresa el paciente.
En la atención ambulatoria, si existe un interés que no sea el alivio del malestar, no se puede trabajar.
El paciente que depende de los informes, miente con motivo, disimula, y se mantiene a la defensiva.
Lo mismo si viene a cumplir con una manda o para quedar bien: todo el interés se agota en complir con la asistencia. No es raro que en esos casos, si no tienen que probar la asistencia, dejen de venir y se guarden la plata de las sesiones.
Uno que me dijo que venía porque la mujer lo había pescado con su amante dejó de venir y estoy seguro que le decía a la esposa que seguía yendo al psicólogo mientras se gastaba las sesiones en pagar el telo...
No se pueden dejar afuera los que tienen un juicio y quieren engordar la demanda con el ítem de "daño psíquico". Creo que no debe haber un concepto más pernicioso que el de daño psíquico.
El daño es real o no es daño. El problema es que la ley no considera el dolor como algo real, entonces exige secuelas sintomáticas, pero como los síntomas son subjetivos, lo que cuenta es que haya un papel que los documente. Y qué puede decir una persona que piensa en obtener dinero de acuerdo a lo mal que lo vea el terapeuta. Es un negocio para psicópatas que simplemente inducen el síntoma: "Pero usted todavía tiene esos recuerdos del accidente ¿no es así? Todavía tiene angustia ¿Sí?"
Y para mejorar las chances de ganar un litigio, arruinan la salud de un paciente que capaz ya venía saliendo de su stress postraumático.
Algunos abogados mandan a la gente a pedir este tipo de evaluaciones a sus coberturas de salud, ocupando recursos que tienen que destinarse a quienes los necesitan para su salud mental, no para resolver pleitos, por justos que sean.
A veces sería preferible que se decidan de una vez por todas a relegar la psicología al campo de las terapias alternativas y las pseudociencias, así no vendrían a pedirle cosas que no puede dar.


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