A tontas y a locas
Hace poco circuló en la red social Twitter un intercambio donde el panelista Martín Tetaz se mostraba inclinado a considerar que 16 años era una edad posible para que alguien se dedique al trabajo sexual. No quise reproducirlo porque quienes le contestaban sostenían una postura que en mi opinión sirve al prejuicio de que todo trabajo sexual es trata de personas, y en consecuencia, legitima medidas policiales que redundan en poner a quienes hacen trabajo sexual bajo control de la policía. Pero nunca está de más insistir con la cuestión de la edad del consentimiento. Sobre todo por el temita del consentimiento. El sentido común nos dice que si no hay consentimiento, hay violación, y que para que el consentimiento valga, tiene que haber capacidad. Las personas inconscientes no pueden consentir, las personas asustadas no pueden consentir, las personas inmaduras no pueden consentir. Las personas necesitadas ¿pueden consentir? Contra el trabajo sexual se argumenta que tampoco sería válido el...