Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2023

Canapé de mondongo (1)

Imagen
Caminando con mi esposa, criticando al gobierno, me dice "son ordinarios". Amigos: se hizo la luz. Le dije que ese es el epíteto justo, el insulto perfecto para esta ultraderecha de neofascistas que se la pasan adorando imágenes creadas por ordenador de un líder musculoso, mandibuloso, de cabello limpio, un superhéroe de cómic americano. Porque toda su identidad reside en la justificación automática del éxito: les va bien porque son superiores, o les va mal porque "la casta" los oprime. Contento por el hallazgo, seguí el hilo de pensamiento con algo que siempre creí que está en el centro de nuestra identidad: todo argentino quiere salvarse. Así como queremos mandar nuestros hijos a la universidad, gracias a Sarmiento, a la reforma de 1920 y a Perón. Pero también, y quizás desde antes, desde Garay, queremos salvarnos. Eso me parece, ojo, pero veremos si se confirma. En muchos países hay lo que lleman movilidad ascendente y su contrapartida, el aspiracionismo. Si leen

Los garcas

La ley argentina de salud mental establece que toda persona con padecimiento mental tiene derecho a que no se considere el mismo como inmodificable. Lo cito casi literalmente porque es un concepto con el que me peleo cada tanto. Porque también creo que todo paciente tiene derecho a que quienes lo tratan no se engañen respecto de su condición. Y a veces sabemos que la cosa no va a cambiar. Los perfeccionistas nos pueden decir que lo correcto es decir que tal o cual problema no se puede resolver con los recursos disponibles, pero quién puede asegurar que no se pueda resolver más adelante. Aunque uno no suscriba todas las tesis del estructuralismo, no puedo dejar de encontrarme conque hay estructuras,  que desmontar las mismas implicaría básicamente destruir la personalidad, con la esperanza de construir una nueva sobre las ruinas. Por otro lado, me opongo al deshaucio de un ser humano: hasta ahora siempre encontré que la calidad de vida de cada paciente puede mejorar en alguna medida. Y