Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como terapias

Finales de tratamiento

Winnicot, el pragmático, decía que en el consultorio particular uno se pregunta "cuánto más se puede avanzar" con un tratamiento, hasta dónde se puede analizar, se busca agotar todas las posibles conexiones. En cambio en el hospital público, nos preguntamos "qué es lo mínimo necesario para que el paciente salga adelante", con la cabeza puesta en la fila de pacientes que también necesitan tratamiento. Freud, otro que bien baila, afirmó que "el tratamiento se termina cuando el paciente y el analista dejan de encontrarse". Un vivo bárbaro. En realidad terminó diciendo que no se puede avanzar más allá del complejo de castración. Lacan dijo que se podía hacer algo que llamó atravesamiento del fantasma (el fantasma es la fantasía de base que organiza la relación deseante con el objeto), pero en definitiva también se quedó con una cura asintótica y medio interminable. Poner demasiadas exigencias a una curación equivale a no terminar nunca. No estoy en contra del ...

De dónde vienen? A dónde pertenecen?

Imagen
Identificar la atención en salud mental exclusivamente con el modelo de psicoterapia individual genera muchos problemas. Para el público da una idea banalizada de los problemas, colabora con el prejuicio voluntarista de que las enfermedades mentales son problemas imaginarios que se arreglan con un poco de contención y afecto. De rebote, para los que ejercen esta noble disciplina tiene el riesgo de obnubilar la mirada y hacerles creer que su práctica es La práctica. Obviamente todos se dan cuenta de que hay otras cosas, pero las ven como intervenciones adicionales, contextuales, paralelas. Uno puede creer que si en el tratamiento de un paciente internado se incluyen sesiones de psicoterapia individual, lo que pasa ahí es como lo que pasa cuando una persona va al consultorio que el mismo psicólogo tiene en un departamento del centro. ¡Hasta hemos consentido la expresión misma "Espacio de terapia individual"! Los tratamientos no son modelos armados con bloques: las agendas que u...

Diagnóstico diferencial

La necesidad de diagnóstico diferencial se supone como un caso que debería ser de excepción, cuando un cuadro presenta síntomas similares o comunes con otro cuadro. Pero cuando se trata de enfermedades mentales es más bien la regla. Sobre todo porque la tendencia es tomar en cuenta el síndrome: el conjunto de signos y síntomas. Mejor dicho: los signos y síntomas como una colección de datos, cuando lo que se necesita es poner a prueba qué modelo de estructura de la personalidad explica mejor la conducta del sujeto (una vez discutí sobre esto con una matemática y quedamos en un atolladero debido al concepto de modelo que maneja cada disciplina). Para el que tiene un modelo de personalidad como un sistema, todas las patologías tienen que resultar necesariamente en una colección de anomalías, desviaciones que no se pueden integrar al resto y que típicamente tienen que explicarse como efecto de otra cosa: los neurotransmisores, los genes, el stress, la luna en acuario. Es gracioso que justa...

Terapia familiar

Cada profesión se podría definir en base a las cosas que hay que aclarar infinitas veces y nunca se entiende. En el caso de la psicología, es que la terapia no sirve para solucionar cualquier cosa que se les ocurra.  ¿Pero ustedes no son psicólogos, no es que entienden estos temas?¿Por qué no lo solucionan? Exacto: porque lo entendemos les decimos que no lo podemos arreglar. Hay problemas, por ejemplo que son de conducta, y la conducta estamos convencidos que tiene determinaciones psicológicas. Y las podemos conocer, lo que no podemos hacer es que la gente cambie como se nos canta. Esto para no hablar de los síntomas como obsesiones, fobias, alucinaciones y soponcios. Pero si hay una problemática que suscita los mayores malentendidos, que ocasiona las indicaciones más desubicadas, y los papelones más groseros, son los maridos violentos. Seamos claros: Cuando se SOSPECHA violencia, hay que consultar un PROFESIONAL CAPACITADO. Cuando HAY violencia, hay que apoyarse en un EQUIPO INTER...

La lección de Piaget

Es sabido que a los servicios de salud mental se les pide que los individuos se adapten a la sociedad. Sabido y criticado. Criticado y olvidado. Olvidado y naturalizado. Porque después de décadas de antipsiquiatría, Fucault, Lacan, Laing y Goffman, la psicología de la adaptación vuelve a colarse por la ventana de la "evidencia". Al fin y al cabo, no está tan mal: es cierto que nadie es amo del bien ajeno, pero si un pibe chorro se adapta lo suficiente como para ir al colegio, es casi seguro que va a vivir más años. Y que el asunto del bien lo discuta con dios. También es cierto que adaptarse es algo para lo que casi siempre nos piden ayuda. No somos ningunos carceleros sádicos adaptando a pobres diablos en sesiones de tortura hasta quebrarlos y convertirlos en una plastilina que moldear. Punto aparte para una cuestión "contratransferencial": si te tomás en serio el lugar terapéutico siempre te molesta un poquillo que los pacientes sean muy específicos con lo que pid...

La perversión

Acá sólo se van a encontrar con obviedades, así que hoy me voy a detener un poco en algo que los sociólogos... los marxistas en realidad, recalcan siempre que se habla de psicología: que nuestro lugar en las relaciones de producción determina nuestras ideas. Yo no acuerdo con la idea de la determinación, creo que la psiquis es individual y lo será hasta que se invente la telepatía efectiva: por más que se comparta un lenguaje, un espacio, una clase y hasta la comida, nos desarrollamos en cuerpos separados. Radicalmente desconectados. Peeeeero... También tengo la certeza de que nuestro pensamiento no es intencional, no es voluntario. Cualquiera que haya hecho el experimento de no pensar algo que está pensando lo puede comprobar. Tal vez haya personas que tienen un teatro interno muy obediente, y se dicen a sí mismos cosas elegidas y redactadas a propósito, todo dentro de su cabeza. Los felicito, son excepcionales: pero no son normales. Ni hablemos de elegir voluntariamente las creencias...

Ghandi el gran hombre terco

Había una vez un tipo que sentía que tenía que empujar todo el tiempo para que pase algo (es una ilusión retroactiva: lo cierto es que no podía dejar de empujar), entonces inventó la relación causa-efecto: se dijo que nada pasaba en el mundo sin que alguien o algo lo estuviera moviendo. Cuando vió que no siempre era así, inventó las causas invisibles. Cuando lo corrieron de todos lados se dedicó a la psicología y le dijo a la gente: para que algo cambie, tienen que hacer algo. De ahí en adelante la gente de preguntó al psicólogo "¿Qué tengo que hacer para no pensar en esto? ¿Qué tengo que hacer para encontrar pareja?¿Qué tengo que hacer para tener ganas?" El hecho es que ya nadie sale conforme si no le dan órdenes. Las órdenes son a la psicoterapia lo que las pastillas a la medicina orgánica. Se esperan como algo tan obvio que nadie se acuerda que hace no tanto ni siquiera existían. Las pastillas, las órdenes siempre estuvieron de moda. Deberían aprender de Ghandi, que hizo d...

Me dijo el psicólogo

"-Y ¿cómo anduvo Celia este mes?¿pudo hacer alguna de las tareas que hablamos? -Y, algo hizo, pero cuesta mucho. Yo le estoy atrás todos los días insistiendo para que lo haga, como usted me dijo... -Pero le dije exactamente lo contrario. -Sí, sí: me dijo que la controle para que haga sus tareas. -Le dije que al final del día le diga qué hizo y qué le faltó, especialmente le dije que no tenía que estarle atrás. -Claro, por eso: que le haga hacer las cosas." Esto es un caso extremo, y bastante patológico, de las metamorfosis que pueden llegar a experimentar las intervenciones de los terapeutas en la cabeza de pacientes y familia. Otro caso precioso que recuerdo es el de uno que le dijo a la familia "El psiquiatra me dijo que si tengo abstinencia de cocaína me fume un porrito". Acá no había interpretación alguna, puro verso de psicópata que no tiene escrúpulos en poner en peligro la matrícula del profesional que trata de cuidarlo. Fuera de estas anécdotas extremas, cua...

El tiempo de todos

¿Cuánto dura la sesión? ¿Cuanto tiempo tengo que tomar esto? ¿Cuando voy a salir? ¿Cuándo me van a atender? Cada cuál tiene algo urgente que requiere atención, algo importante que exigir. Y así como la peste desnuda las almas, el tiempo es el alma de los dispositivos modernos de salud. Empecemos por lo más sencillo: El inconsciente es intemporal, por eso las sesiones se pautan en horarios fijos, pero los tratamientos no tienen fecha de terminación. Ahí tienen uno de los motivos del romance de la sociedad actual con las terapias breves, focalizadas, cognitivo-conductuales: que se pueden terminar. Prometen limitarse a resolver UN problema, el motivo de consulta, y listo. Que pase el que sigue. Seamos honestos, la disposición del tiempo de todas las terapias resulta de las necesidades del profesional. ¿Por qué se atiende en horario fijo? Porque la sala de espera y la recepcionista son un lujo inalcanzable. Porque si uno es Lacan, tiene un caserón con varios consultorios y los va visitand...