La mecha no tiene sólo dos lados
Las peleas entre hermanos se resuelven cuando renuncian a la idea de justicia.
Siempre digo y repito que la justicia lleva como cuatro mil años sin haber podido mejorarnos la vida ni un poquito. Miren en cambio la Salud Pública que en menos de cincuenta años bajó la mortalidad infantil de casi 50% al 1%. No es que quiera hacer leña del árbol caído, pero la comparación es devastadora.
El ideal de la justicia es una fantasía, pero además es básicamente destructivo: pretender que personas diferentes reciban el mismo trato es ni más ni menos que el lecho de procusto. Cualquiera que haya pasado por una situación judicial lo puede atestiguar. Es cierto que se instauró para evitar otro tipo de diferencias: los tratos discrecionales. Se supone que se debía evitar los abusos de los más "fuertes", pero como en definitiva da las mismas oportunidades a todos, en realidad evita que los más débiles tomen alguna vez ventaja.
Por eso siempre van a escuchar a los abusadores y violentos exigir un trato equitativo, mientras que las víctimas piden castigo.
En las peleas de hermanos casi siempre aparece el reclamo de justicia, que está destinado a no resolverse jamás. Estoy hablando de hermanos normales, de familias normales: esas donde se entiende que todos los hijos tienen los mismos derechos básicos y cubrir sus necesidades es una obligación irrenunciable de ambos progenitores por el simple hecho de ser los causantes de dichas necesidades.
Me ha tocado conocer hermanos a los que no cabía otra cosa que decirles "no tenés por qué perdonar a tu hermano, y no tenés por qué hacer de cuenta que no te hizo lo que te hizo".
A veces me tienta pensar ¿Por qué queremos organizar las cosas de manera simétrica? Genéticamente, hay una etapa donde el movimiento del cuerpo se realiza en espejo: alrededor de los tres meses los bebés abren o cierran los brazos al mismo tiempo. Es un movimiento casi reflejo, que tiene que perderse, como la mayoría de los reflejos, para que se pueda tener movimientos voluntarios. No es nada, pero es que la simetría bilateral es una estructura, una forma de organización bastante vieja. Y no tiene que ver con la relación especular con la imagen del otro, es más arcaica. De hecho la relación de "espejo" es mucho más asimétrica: supone un polo estructurante y otro estructurado.
¿Por qué estamos hechos con izquierda y derecha?
Es una cuestión de fondo: de fondo del mar: los animales de los que descendemos debían usar el fondo del mar para orientarse, por eso el espacio lo fueron dividiendo en mitades. Otros animales, como la medusa, o la almeja, no tenían ese problema y se desenvolvieron bien.
¿Cómo pensaríamos si no fuéramos simétricos? ¿Qué otros prejuicios tendríamos?
Ni hablemos ya de las consecuencias de ser una especie sexuada. Nuestra limitación más profunda es que vivimos pegados al piso por la fuerza de gravedad. Tal vez si vivimos mucho tiempo en el espacio evolucionemos hacia una forma globular menos dicotómica, quién sabe.
Seamos como la pelota, que no se mancha.
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