Incomprendido
Si yo tuviera que darle un consejo a alguien que estudia, que empieza a formarse , o que nada más quiere saber cosas, le diría "no seas tan autodidacta". Con todo lo autodidacta que soy, no puedo pedirles lo suficiente que se dejen enseñar, que busquen alguien con experiencia y escuchen.
Dejarte guiar por un tramo del camino te puede influenciar, pero no te condiciona: siempre te va a quedar tiempo para encontrar otras cosas.
El gran problema de aprender por tu cuenta es que después cuesta mucho transmitir. Uno no tiene un modelo de rol didáctico, hace recorridos demasiado personales como para poder compartirlos.
En cuanto a si rinde más una cosa que otra... Se puede decir que con la enseñanza se llega más lejos, pero con el aprendizaje autónomo se encuentran lugares más raros.
A los autodidactas nos parecen obvias cosas que la mayoría entiende si le explican. Pero nos olvidamos de esto todo el tiempo.
Hoy le decía a una paciente algo que para mí es obvio: que en una relación de pareja, cada uno siempre va a tener ganas de otra cosa en algún momento. Y no hablo de poliamor, otra cosa puede ser ir a pescar, o jugar con autitos, o mirar porno. Y mi paciente me respondía que cómo, pero que aunque sea al principio de una relación, cuando la gente está más enganchada... Y yo "bueno pero siempre hay un momento que tenés ganas de hacer cosas que no pasan por estar con el otro". Y ella "no sé ¿por qué lo decís?".
Estos cortocircuitos son peligrosos: uno puede impacientarse y empezar a sacar conclusiones sobre el paciente.
¿Es un síntoma de la represión? ¿Oposicionismo?¿Boludez?
Por las dudas mejor explicar, recordar que cada uno quiere muchas cosas, que nadie es todas esas cosas, y que solamente se puede creer por un rato pasando de largo de todo lo que los demás no son.
Y cuando eso no se puede, se puede optar por el conformismo, o por el cinismo: lo último es lo mejor.
Para esto hubiera sido mejor que alguien me lo explicara antes.
Por lo menos sí me explicaron que hay una porción de narcisismo, de querer encontrarse uno mismo en los pacientes, y esperar que piensen como nosotros, sobre todo cuando nos caen bien.
Ese es uno de los motivos por los que el éxito de una terapia no depende de que psicólogo y paciente se lleven bien, pero es mucho mejor llevarse bien.
Claramente la explicación no apunta a ningún cambio. Sí sirve para seguir hablando y que se pregunte por qué tanta necesidad de atención, de aprobación, por ejemplo.
En el amor parece que también hiciera falta recibir de otro una guía en los primeros pasos. Después puede encontrarse o no cierto afecto en los demás, pero uno ya tiene una reserva de autoestima, como el que aprende en la escuela tiene un saber común, un consenso básico.
Lo que el psicoanálisis llama narcisismo primario es ese consenso: un pacto social que da identidad.
Donde no hay consenso, hay tiranía o caos.
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