Que sea varon?

Cuando una nena tiene actitudes prematuras, sospechamos alguna forma de abuso, y es muy difícil que se pueda atender con un varón...
Alguna forma de abuso significa que pudo estar expuesta a conductas sexuales propias de adultos como espectadora, por inducción o haber sufrido ataques. 
Algunas chicas que pasan por situaciones así se alienan a un rol prematuro y desarrollan actitudes que en una mujer adulta serían simple desinhibición, pero en ellas se vuelven conductas de riesgo, porque se acercan a los varones que las ven como trofeos, buscan contacto, franelean. Dejar varones a solas con ellas es un peligro, dice el prejuicio. 
Hasta ahí no tenemos problemas. Pero son como son niñas, en la terapia hay que tener siempre en cuenta a los padres, mejor dicho a las madres. A los papás casi siempre tenemos motivos para excluirlos, cuando no están voluntariamente borrados de la escena. Pero en una porción importante de casos, tenemos unas mamás muy problemáticas. No se crea que haya una relación entre una cosa y otra, pero pasa seguido. Muchas mamás de nenas con "problemas de conducta" son terriblemente conflictivas sobre todo con otras mujeres. La lectura de lo generacional, la función materna, la repetición y toda esa sarasa la pasamos de largo. Lo complicado es que tanto las madres como las hijas suelen ser pacientes que van a andar mejor con terapeutas varones, no con cualquier terapeuta varón, pero con algunos se comportan con más compromiso, hacen algo de alianza terapéutica y de a poco avanzan. 
¿El motivo? Los varones tienen pito ¿El problema? Los varones tienen pito.
El pito no tiene propiedades terapéuticas, pero la gente cree que si. Y el problema es que algunos tipos que se reciben en la universidad siguen creyendo lo mismo. 
Y las pacientes? Algunas son creyentes, pero no precisamente estas de las que hablo. Estas niñas y mujeres lo saben. Y como saben sacan conclusiones. Algunas son buenas, porque sacan al varón de sus rencillas con otras mujeres, otras son malas, porque ponen al terapeuta en el universo de los tipos que se las pueden querer cojer a ellas o a sus hijas, o a sus madres. Entonces puede pasar que lo denuncien, y también puede pasar que no lo denuncien. Desgraciadamente, son muy pocos los varones recibidos o no en quienes puedo confiar que se van a manejar de una manera tal que ni se aprovechen de la situación ni se pongan en la mira de situaciones que terminan en desastre. Sin contar cuando hay que asistir a una chica que viene de sufrir un abuso: ahí ya la presencia del pito en el consultorio es violenta en sí misma.
No queda otra que derivar estos casos con mujeres. Se van a pelear con ellas, pero salvo que uno encuentre cómo distinguir los tipos que no van a ser problemáticos, el riesgo es muy alto.

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