Fantasías delirantes

-Hola, soy el Lic. Pirulo ¿hablo con la hija de Pepita la Pistolera?
-Buen día, soy Juan Pelotas ¿hablo con el padre de Pulgarcita?
-Cómo le va Licenciado Resolana, soy la esposa de Inodoro Pereyra.
Por esas casualidades, hoy se acumularon los contactos con familiares. Y siempre aparecen dudas y puntos de vista al respecto. Tal no quiere que se hable con su familia porque vive mintiendo, tal otro está peleado con la familia. Un padre que se impacienta si no lo llama el psicólogo, una madre amenaza con denunciar porque cree que le quieren sacar a su hijo.
La variedad de situaciones es interminable, y sin embargo siguen siendo situaciones marginales, salvo para quienes trabajan con niños. Y tengo que recordar que las consultas por niños van en crecimiento sostenido, en parte por la fama de los síndromes neurológicos raros, propios de celebridades, pero en parte también por la Educación Sexual Integral, que viene siendo un radar de situaciones de abuso, y porque en general se empieza a escuchar a los chicos.
Cuando se trabaja con niños el contacto con los padres va de suyo porque son ellos los que hacen la consulta. Sólo se complica con los padres separados, ahí hay que andar llevando informes en paralelo, vaces, y cuidarse mucho de las suspicacias.
Con adultos normales se supone que no hay que hablar nunca con la familia. Pero quién te dice quién es normal o deja de serlo...
Sólo tenemos algunos criterios de alarma que nos hacen proponer, sugerir, definir, que a partir de un punto se abre el espacio a familiares. Sobre esto, como sobre tantas cosas, no hay consensos claros.
Enrique Pichon-Riviere tenía una regla muy psicoanalítica: que entren todos los que vienen. Y así trabajaba. Si tu novio te acompañó hasta la puerta, adentro. A veces hice eso y no salió mal, pero a veces me llevé una mala impresión de los acompañantes tan comedidos y mi respuesta fué más bien "húscale, húscale".
Pero es muy difícil formalizar esas decisiones, no digo que no se debiera, no sé si se llegará a un algoritmo más o menos, lo que llaman en medicina una "guía de práctica clínica", porque la complejidad... Desde la lectura psicoanalítica, la idea misma de un árbol de decisiones es defensiva, es un intento de no decidir, al estilo del obsesivo que tira una moneda. Tal vez haya formas de entrenarse como para poder leer esas dinámicas, para estar despierto a lo que pasa y a nuestra dirección como terapeutas.
Yo tengo la opinión de que cuando hay depresión que requiera interconsulta psiquiátrica, psicosis idem, cualquier tipo de conducta de riesgo sistemática, hay que tener el contacto de un familiar mínimamente responsable y haberse presentado una vez.
Los sistémicos opinan que todo es familiar. En última instancia tienen razón, y el reclamo de independencia y autonomía como metas para los pacientes adultos no deja de ser un ideal burgués e individualista. Que sea todo colectivo pues.
Pues, no. La gente de la que vivimos es o quiere ser burguesa por lo pronto, tiene vidas organizadas de acuerdo a la sociedad burguesa porque sorprendentemente es lo mejor que pueden hacer. Así que no siempre se puede juntar a toda la familia.
Sin llegar a esos extremos, en las entrevistas preliminares se puede registrar si hay cuestiones familiares problemáticas y proponer encuadres, a veces directos, a veces encubiertos, para incidir en esa dinámica.
Si lo miro desde el punto de vista de un servicio de salud mental, quiero que cada paciente que consulta tenga que dejar un número de referencia de un familiar para el caso que sea necesario. Como RE QUI SI TO. Claro, desde el punto de vista del servicio querés todo resuelto y previsto. Pero si llega una persona sin familiares no se podría atender, lo que supone la privación de un derecho. Pero si cualquiera se atiende como si no tuviera familia, también podría quedar en riesgo. La única solución es que de oficio intervenga una defensoría ocupando ese lugar. Todo paciente debería contar con el apoyo de un organismo tutelar. ESTADO PRESENTE, PODER AL PUEBLO TOMEMOS EL PALACIO DE INVIERNO APOYEMOS EL SEGUNDO PLAN QUINQUENAAAALLLL

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