Ora et labora

Otra vez las entrevistas laborales. la mejor situación para una entrevista laboral se da cuando uno ya tiene un trabajo. Así, se puede dar un mínimo de reciprocidad en la selección, porque el que tiene un trabajo sólo lo cambia por uno mejor, y está menos condicionado a acomodarse a lo que sea.
Así y todo, la gente "se prepara" para las entrevistas. Estudia temas relacionados con el puesto a ocupar (suponiendo que se sepa), se pone su mejor ropa, y repasa las guías de autoayuda que te dicen qué responder cuando te preguntan por tus debilidades, o si salvarías a tu abuelita de un tranvía asesino.
Otra vez me encuentro conque a pesar de ya tener un trabajo, sienten como un "fracaso" si no resultan seleccionados. Y lo cierto es que por el motivo que sea, casi siempre es un resultado óptimo.
Sobre todo me llamó la atención que se reprochen su desempeño en la entrevista en términos de "se notó mucho lo que soy, quiero, hago". Lo terrible puede llegar a ser que uno quede seleccionado por simular cualidades fingidas.
Que no se note el problema ahí, y vale por supuesto para formar pareja también, significa que el pensamiento mágico cala mucho más hondo de lo que creemos.
Porque este tipo de proceso, sesgado por la representación de las metas deseadas, no empieza cuando uno se imagina medios mágicos para obtener un resultado. Empieza cuando se imagina el resultado como un hecho independiente del camino previo. Para el caso: se imaginan que un "trabajo" es una cosa que existe y se puede tener, llevar, encontrar, dar o recibir. Lo mismo para las relaciones.
Si un trabajo es una sociedad, un contrato, es algo que no existe hasta que se produce. Ahí ya se puede entender que las cualidades del trabajo van a depender del contrato que se celebre. El pensamiento mágico te convence de que toda una experiencia compleja está por ahí guardada en un frasquito, y que sólo necesitás encontrarlo y destaparlo.
La verdad es que uno podría trabajar mucho, profundizar en la necesidad de aceptación del paciente, sus rasgos dependientes, o desafiantes. Se puede indagar qué proyecta sobre las distintas organizaciones, como las antropomorfiza para que le sirvan de transferencia, representando madres nutricias, padres orgullosos o abandónicos.
Pero el trabajo es una función de supervivencia, y creo que en los temas de supervivencia, hace falta que los terapeutas nos pongamos decididamente del lado del principio de realidad.
Ser realista no es decirle "de esta manera es más facil conseguir trabajo" a cualquiera. Eso se le dice a alguien que no tiene trabajo "No te presentes con equipo deportivo y gorrita para un empleo en relación de dependencia: la actitud de desafío y no te recomienda para una relación jerárquica".
Pero tanto al que busca cambiar para mejorar, como al que no tiene y necesita plata (bueno, todos buscan un cambio para mejor), hay que recordarles que se vana a pasar mucho tiempo en el trabajo que tengan, y toda precaución es poca. Cuanto más tenga que fingir uno para las entrevistas, peor es el pronóstico de la relación laboral, aunque no haya una correspondencia precisa. Pero vale que tengan en cuenta y elijan.

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