Tortura

Se tiene la impresión de que la angustia trauma a los niños. Yo por el contrario digo y repito que los niños se adaptan mucho mejor a todo, en un sentido, a condición de que tengan a qué adaptarse.
En cambio les resulta muy difícil vivir en la incertidumbre, y particularmente que no les den la oportunidad de decidir si pueden contar con el otro o no.
Las catástrofes sí dejan secuelas, aunque no suelen ser recordadas. Aún cuando son eventos aislados, lo más común es que se guarden como memorias aisladas, sin asociación con otros recuerdos que les den sentido. Eso es la disociación. 
La angustia no genera disociación: al contrario. Cuando de produce una disociación, es porque el evento fué tan catastrófico que no provocó una respuesta emocional. Eso puede darse porque a la persona le falta el marco conceptual para entender lo que está pasando, porque las cosas pasan demasiado rápido como para asimilarlas, o por otras causas, como que ya exista una inhibición previa para pensar determinados temas.
Dentro de cierta medida, un episodio de angustia más bien impide que un evento se haga traumático, es una defensa. La angustia le da sentido a las cosas.
Una forma en que la angustia puede superar esa medida y volverse traumática: cuando se hace crónica.
No hace falta que alcance un nivel de catástrofe. No hace falta que el mundo explote en pedazos. Cuando un chico se angustia a repetición, sea por causas internas o por situaciones de su entorno, sabe que eso va a volver a pasar, y sabe que no lo va a poder controlar. Entonces vive agonizando.
Había una escena de la película "Padre Padrone", creo, donde el padre ante una macana del hijo le dice "mañana te voy a dar una paliza" y lo manda a dormir. Con eso consigue que el castigo se convierta en una tortura.
La tortura es traumática, y si bien utiliza el dolor en cantidades masivas, el factor específico es poner a la persona en situación de completo desvalimiento: un ser que no puede nada, un ser al que le pasará todo. Como el dolor es una sensación imposible de ignorar, juega ese papel.
Pero también se tortura con la información, como cuando amenzazan a alguien enviándole la dirección de su casa: le hacen saber que pueden hacerle daño.
Decía que los niños se adaptan a muchas situaciones adversas. Es impresionante cómo se adaptan al dolor. Hace unos años era normal darles cachetadas, o chancletazos en el culo a los hijos. Y por eso no crecían peor. Pero si esto era algo reglamentado, cada chico sabía qué podía esperar, y sabía que eso estaba dentro de ciertos límites. Con el maltrato pasa otra cosa: se da cuando un psicópata se encarga de superar la tolerancia del chico, y lo convence de que siempre lo va a hacer.
Esto pasa especialmente con los que se porponen "quebrar" el carácter de un chico, "quebrar" su resistencia, o "quebrar" sus inhibiciones.
Hay casos en que los chicos se angustian sin que intervenga maltrato, por muchos motivos puede ser que desarrollen el síntoma de tener crisis de ansiedad, o también ideas obsesivas que no pueden controlar. Y si viven con eso, van a tener su propia tortura. Y como no saben lo que les pasa, puede que no pidan ayuda hasta mucho tiempo después.

Comentarios

  1. el que habla muy bien de eso que decis es Ulloa en el concepto de encerrona trágica.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Tiempos virulentos

Los que triunfan al fracasar

Los garcas