Lo que saben los locos
Decía un psiquiatra de los viejos, no se si Kraepelin o De Clerambault, que en todo delirio se esconde un fragmento de verdad. La forma en que esto se interpreta a veces es como cuando se dice que un reloj parado puede dar la hora exacta dos veces al día. No importa que el delirio acierte, la gente sana anda mucho más confundida por la vida y no necesita por eso medicación. Freud, que era un genio, aunque haya dicho muchas cosas astutas, decía mucho después que eso que los neuróticos reprimen, los psicóticos lo dicen abiertamente. Habría que agregar que también lo perciben, se les impone como algo evidente. Lo que en seguida reconoce que es una licencia del lenguaje, pero sirve para expresar que lo que hay en común entre el contenido de los delirios y el de las fantasías, al mismo tiempo que para que los lectores puedan pescar la diferencia profunda entre una cosa y otra. Justamente no es el contenido. A lo sumo en la forma del discurso psicótico se encuentran esas rarezas que permiten