A seguro se lo llevaron preso
Así como tenemos 44 millones de directores técnicos, tenemos 44 millones de psicoanalistas. Y por supuesto, tenemos un ramillete de explicaciones trilladas a mano para dar cuenta de cualquier situación. Todas estas explicaciones no se despegan del animismo, es decir que remiten cada fenómeno a una causa que siempre es alguna especie de entidad a la vez simple, inanalizable y paradójicamente capaz de provocar los efectos más diversos porque es como el gusano que desafió a Eru cuando el origen del mundo. Algunos ejemplos de moda: el estrés, la ansiedad, el "estrés postraumático". Son todos términos que de algún lado salieron y se popularizaron. Se diferencian de otro tipo de explicaciones "esencialistas" del tipo "soy fóbico", "soy bipolar", o "soy neurodivergente", que como se ve pasan por la identificación con un tipo especial (esto conecta con los "carácteres de exepción", sobre los que pueden leer un texto muy interesssszzz